Antecedentes: Las rutinas del sueño 

Cuando nos cambiamos de piso al  actual, decidimos que no montaríamos la cuna en nuestra habitación. Decidimos hacer un paso duro (eso pensábamos) pero positivo para "G": montar su camita Montessori en su habitación. Por lo tanto, cuna al trastero (G tenía 13 meses aproximadamente).

Hay que decir que "G" ha pasado de hacer dos siestas diarias (mañana y tarde) en su hamaca Beaba Relax Up & Down (os la enseñaré en otro post y comentaré el por qué escogimos ésta), a una siesta después de comer. 

Desde la primera noche durmió en su cama, con sus protecciones para que no se cayera.... y durmió toda la noche. Y así sigue siendo. Eso sí, primero se tiene que relajar en su hamaca: después de comer y de cenar, la ponemos allí... le damos un biberón con leche de continuación templada (ahora que hace calor... en invierno le damos calentita para que coja mejor el sueño)... y ponemos música relajante (ya no utilizamos sonido blanco, si no que ponemos música con piano, agua corriendo de fondo....) a veces nos hemos quedado sopa padres e hija 🤣🤣🤣. Si no se duerme ni con esas, o papi o yo nos tumbamos con ella un rato.. normalmente en 10 minutos ya está con los angelitos😴😴😇. A medida que sea más mayor iremos leyéndole cuentos, para adaptarnos a su nivel de desarrollo (ahora mismo pasaría olímpicamente de nosotros...)

"G" no es muy dormilona durante el día: excepto días puntuales, (me refiero en la rutina de día... no llega casi nunca a la hora y media de siesta...) pero ya nos está bien porque la acostamos a las 21:00h y casi nunca respira hasta las 7:30-8.00h de la mañana siguiente (o incluso más tarde).

Pero los días de descontrol.... 😓😓😓😓😔😔😔

El terror nocturno

Pues como os he comentado al inicio del post... el sábado de mi cumple G no durmió nada por la tarde, e iba como una moto porque solo pensaba en la piscina y en bañarse (hay que tener mil ojos puestos en ella porque no queremos amago de susto). El caso que llegó el punto de irnos a casa porque lloraba por todo, e incluso se hizo daño (se pegó con el cantó de una mesa de "ping-pong"... Se podía haber hecho mucho daño en el ojo...por suerte se marcó la mejilla). Casi se nos duerme en el coche... pero era un trayecto muy cortito y al sacarla de la sillita se despertó... se espabiló tanto que cenó y todo (yo ya le estaba preparando un biberón bien cargado para que se durmiera y no se despertara hasta el domingo...) y al final con nuestro ritual para dormirla cayó en su cama. (Debían ser entre las 21:30-22.00h).

Siempre dejamos encendido el intercomunicador por si se despierta o tiene alguna pesadilla  (vamos, la calmamos y se vuelve a dormir como si nada...). Pero el sábado me asusté tanto... estaba como poseída: con los ojos bien cerrados (estaba dormida segura), pilló un berrinche que no podía parar,... me recordaba a un ataque de ansiedad... la cogíamos en brazos para que se calmara, pero solo pegaba golpes, manotazos... la soltamos... seguía igual.. me daba miedo que fuera alguna crisis de algún tipo.... me sentí muy impotente. Le intenté dar agua que rechazaba inconscientemente, el chupete... fue de brazo en brazo pero estaba súper alterada... sudaba como si hubiera pasado por debajo de una ducha...y con los ojos bien cerrados... al final se calmó y se quedó en mis brazos. La estiré en el sofá y le acerqué un poco el ventilador para que se refrescara.

Estaba dormida, pero se notaba que había pasado un rato muy desagradable.... y no os cuento el mío.